Pijas y divinas
SĂ©ptima entrega de «Pijas y divinas», una saga gamberra y divertida, con una trama repleta de erotismo y mucho humor. Hace ya tiempo que dejĂ© atrĂĄs mi apodo de marquesita (cosas de instituto pijo) para centrarme en mi carrera profesional como periodista, cosa que a mi familia no le hizo mucha gracia pero que, al final, aceptĂł. He trabajado duro para que mis apellidos queden al margen y se me valore por mĂ misma. Mi sueño era lograr formar parte de la direcciĂłn del periĂłdico por el que tanto habĂa sacrificado. Sin embargo, me llevĂ© un jarro de agua helada cuando el director me dejĂł fuera e incorporĂł a los puestos de mando a un extraño, un enchufado con el que pronto surgieron desavenencias; un tipo sarcĂĄstico e insufrible al que le pusimos varios motes, entre ellos, «el sĂĄdico del rotulador rojo». Y ahora, cuatro años despuĂ©s, la historia se repite. Ha quedado vacante el puesto de director y, Âża que no imaginĂĄis quiĂ©nes son los dos candidatos? Exacto, Ă©l y yo. Guerra sin cuartel. Todo vale. Esta vez no me van a dejar fuera. El puesto es mĂo, me lo merezco.