Charles Dickens (Portsmuth, 1812 – Gadshill, 1870) ha llegado hasta nosotros como el autor más importante e influyente de la literatura victoriana. Sus obras y su peripecia personal, íntimamente relacionadas, plasmaron no sólo el pulso social de su época, también el terrible estado moral de una sociedad atrapada en la desigualdad y las convenciones. Dickens experimentó la miseria, el éxito popular, la cárcel, el hambre... sólo logró cumplir con el más íntimo de sus anhelos, la libertad, entregándose a la literatura. Aunque muchas de sus obras gozaron de un extraordinario favor popular, baste decir que muchas de ellas fueron publicadas por entregas, en formato folletín; serían las críticas entusiastas de George Gissing y G. K. Chesterton las que encumbrarían a Dickens como el autor más importante de la literatura inglesa del siglo XIX.