A Mar Benegas le gustan las palabras; porque con ellas construye versos y cuentos, y con los versos y los cuentos, a veces, construye libros. También le gustan los gatos porque ronronean como si tuvieran un motor y fueran a salir volando en cualquier momento; y le gustan los niños. Y no sabe muy bien el porqué, pero así es. Como le gustan mucho las palabras, los niños y los gatos, a veces lo mezcla todo: escribe cuentos de gatos infantiles, o versos que ronronean como niños, o escribe niños que riman con gato… y así se pasa todo el día.