Amber necesitó de toda su habilidad como actriz para infiltrarse en el imperio económico del millonario Michael Hamilton, pero la determinación de vengar a su hermanastra le ayudó a conseguirlo.
Michael era un maniático de la ediciencia y Amber no había trabajado jamás en una oficina.
Su aspecto era el de una secretaria personal pulcra y competente, ¿pero cómo podría estar a la altura de un jefe tan exigente? Un viaje de negocios a Amsterdam la puso a prueba.
Tendrían que trabajar juntos noche y día. Pero las exigencias del trabajo no eran lo único que le preocupaba. ¿Cómo iba Amber a evitar enamorarse del hombre al que se había propuesto traicionar?