«La vida no es sino un ir y venir a la infancia. La infancia es ese tiempo y esa vida que ya no nos abandonará jamás».
Una novela tejida de las aventuras, trapacerías y triquiñuelas ―en un espacio rural pequeño y retirado― de Lucas, Toñín, Pablo y Miguelón, sus protagonistas. Junto a Fermín, la Reme, Desiderio, la tía María, don Olegario, Marcial, don Marcelino, Gregorio y otros tantos personajes conformarán un mundo entrañable y peculiar en el que cada día sucede algo reseñable.
La mirada infantil de los protagonistas nos ofrece un espejo desenfadado y veraz de la educación, la autoridad, el nacimiento y la muerte, la religión, las heridas de la Guerra Civil, la sexualidad, la emigración a la ciudad, las relaciones padres-hijos, el trabajo del campo… Un retrato tan vivo como riguroso de aquellos años sesenta, cuando aún humeaban las cenizas de la Guerra y las gentes peleaban con uñas y dientes por levantar la vida. Aquellos chicos rurales de la yenka es sin duda una novela para todos.
