Scott está en el último año de instituto, pero su cabeza está muy lejos, en la facultad de Bellas Artes de Tennessee; quiere mirar hacia adelante, avanzar, huir de unos padres que siempre están discutiendo y cumplir su sueño de centrarse en su pasión por dibujar.
A Max le hubiera encantado parar el tiempo el día que su padre se fue de casa. Desde entonces, vive bajo un cielo de estrellas falsas y sueños rotos. Su único refugio es la guitarra que siempre la acompaña.
Scott y Max van a la misma clase, pero jamás han cruzado una sola palabra. Hasta que un trabajo de mitología griega los une irremediablemente. A veces basta con pensar que el amor no es para ti para que te acabe alcanzando… Solo hay un problema: lo único que perdura es lo que hacemos, no lo que sentimos.
—Hoy podemos serlo todo —dijo ella, cerrando los ojos.
Él también los cerró antes de responder:
—Ayer también lo fuimos.
Miku.vera1992
22/11/2023
Por la sinopsis pensé que sería un libro que me dejaría indiferente, pero mientras se desarrolla la historia y ves como evolucionan los personajes, me terminó encantando.
Cris
30/8/2021
Es la segunda vez que leo este libro, me parece una historia preciosa, una historia de amor, pero sobre todo de autoconocimiento y superación. Sin duda recomendable.