Benín es la parte que explica el todo africano. Tal y como cuenta Joan Riera en la presentación de la guía: "visitar Benín es como leer la edad de un tronco de árbol varias veces centenario. Al igual que los aros del árbol, las gentes, pueblos, mercados y paisajes son la historia viva del continente africano". Así, uno no debe sorprenderse de las prácticas rituales vudús de sus gentes, de sus tatuajes tribales o de las prendas coloristas de sus ropajes. Además está la riqueza de su historia, presencia silenciosa de su pasado colonial. Ninguna otra costa africana simboliza tan bien la fusión de las culturas europea y africana.
El rigor científico "el autor es antropólogo", unido a su pasión y amor por el continente negro hacen de este libro no solo una guía de viajes, sino un acto inmenso de homenaje a un pueblo, el de Benín, que es paradigma de lo más auténtico de África.