Hilario Bastida vive con su madre en el viejo hogar familiar. No le gusta la gente ni el mundo que le ha tocado vivir desde que le diagnosticaron un raro síndrome en la infancia que trastornó sus días para siempre. Ahora escribe por placer, enfrascado en su rutina diaria y apartado del mundo. Así, se siente cómodo.
Ajeno a su conocimiento, la historia que tiene entre manos permea la ciudad en la que vive, en particular los aconteceres de una serie de personajes cuyas vidas en ocasiones se enlazan, y otras veces apenas se rozan, todo ello de una manera sorprendente y cautivadora que lleva al lector desde la realidad más cruda hasta las fronteras borrosas del subconsciente más profundo.
Dos crónicas conviven, se entrelazan, y en ocasiones convergen de manera asombrosa, llevando al lector por paisajes unas veces divertidos, otras emocionantes, a menudo insólitos, y casi siempre inesperados.