Verdades y leyendas de nuestra historia
Nadie pone en duda que durante tres siglos España dominó el mundo conocido y fue objeto de numerosos embates de todo tipo por parte de potencias rivales, pero ¿cómo se defendió de los ataques de sus enemigos? «Para estas batallas que nos amenazan», explicó don Quijote a Sancho Panza, «menester será estar bien mantenidos». Y España, ciertamente, estaba «bien mantenida»: los recursos a los que tenía acceso eran mayores que los de cualquier otra nación, ya que no provenían solo de la Península, sino de todos los rincones del planeta. Los exploradores, aventureros, soldados y financieros que hicieron posible su poder no solo fueron españoles y portugueses, sino que vinieron de todas las naciones existentes bajo el sol. Los ejércitos no fueron exclusivamente católicos, sino que, en momentos de crisis, miles de soldados protestantes estaban dispuestos a enrolarse en sus filas.
Esta es la historia de cómo una nación cultivó amigos y aliados tanto en la guerra como en la paz, y cómo, más allá de la leyenda antiespañola, el hecho incuestionable es que hubo ilustres personajes extranjeros que defendieron su carácter, su cultura, su reputación, su patrimonio histórico o sus costumbres, y se preocuparon por preservar un país que amaron y admiraron.
El prestigioso hispanista Henry Kamen invita al lector a explorar los asombrosos senderos de la experiencia imperial española.
Jose
3/8/2024
No entiendo que el autor diga que Vasco Núñez de Balboa era vasco ( nació en Jerez de los Caballeros, Extremadura) con lo que me crea la duda de si otros datos serán igual de acertados
Dani
19/7/2024
Solo he escuchado 15 min, todo sin mentiras que contribuyen a la leyenda negra, he tenido que buscar quien es el autor porque no me creía las barbaridades que estaba diciendo.
Rafael
27/8/2022
La tesis del libro: el imperio español no fue un imperio (?) /La leyenda negra no es cierta, es el invento de españoles (concretamente, nacionalistas conservadores)/Lo poquísimo bueno que podría atribuirse a España durante su no-imperio y después, se debe a la enorme ayuda de otros países: Italia, Francia, Gran Bretaña, Holanda/Lo malo (casi todo), a España, un país atrasado, ignorante, apático, dirigido por personajes crueles, intolerantes y estúpidos/Lo más llamativo, el capítulo en el que - quizá para disimular-, el autor desmonta las exageraciones publicadas sobre la Inquisición. Exageraciones difundidas, por supuesto, por españoles. Si buscas un libro de historia de la época objetivo y neutral, sin sesgos pro ni anti… este no es el libro.
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