¿Por qué seguimos creyendo que castigar más es castigar mejor? ¿De verdad las penas más duras nos hacen vivir con más seguridad o solo nos ofrecen una ilusión de control? ¿Y qué papel juega la venganza —ese impulso tan humano como peligroso— en nuestras leyes, sentencias y opiniones?
En este libro provocador, lúcido y profundamente necesario, Antonio Sanz Fuentes desmonta con rigor, ironía y claridad las ideas más arraigadas sobre el crimen, la justicia y el castigo. Con ejemplos cotidianos, análisis científicos y un estilo cercano, el autor nos guía por los laberintos del populismo punitivo, ese discurso simplista que domina titulares y programas electorales mientras ignora décadas de conocimiento criminológico.
Diario de un criminólogo incomprendido es una invitación a pensar más allá de los eslóganes, a cuestionar lo que damos por hecho y a entender cómo nuestras emociones, sesgos y prejuicios moldean las políticas penales. Una obra tan necesaria como incómoda, que desafía a quien lo lee a replantearse qué significa realmente la justicia en el siglo XXI.
Una obra valiente, incisiva y rebelde que demuestra que la verdadera seguridad no se construye con cadenas perpetuas, sino con reflexión, ciencia y humanidad.




















