La nostalgia y el suspense se darán la mano en las páginas de este adictivo misterio.
En los años finales de la dictadura de Franco, Madrid está viviendo una ola de muertes que han sido catalogadas como suicidios y accidentes. Todas ellas son mujeres jóvenes, y salvo Lucio Garza, un sagaz médico forense, nadie ha encontrado una relación clara entre sus muertes. Todo cambiará cuando Lucio descubra el terrible modus operandi del asesino, una muerte realmente cruel endulzada con caramelos de violeta.
Pero el inesperado asesino no será el único enemigo que Lucio encontrará en sus investigaciones. También deberá enfrentarse a la estrechez de miras de la época, los recelos de sus superiores y a una asfixiante autoridad que todavía no concebía el concepto de un asesino en serie. Sin embargo, no estará solo: contará con la ayuda de Teresa, su inteligente esposa, y de sus siete hijos, tan deseosos como sus padres de participar en la investigación. A ellos se les unirá un atípico compañero, Félix, un policía de la brigada de investigación criminal, que ayudará a Lucio Garza en sus pesquisas. Unas pesquisas que sacarán a la luz un oscuro secreto familiar que hunde sus raíces en la guerra civil.
Inspirado en sucesos y personajes reales, El asesino de los caramelos de violeta es una ficción que, al igual que el género de cozy mistery tan en tendencia, tiene un tono pop y de lectura agradable y desenfadada, salpicada de personajes reales que aparecen como secundarios de lujo en las aventuras de Lucio.


























Concha
19/9/2025
Vayamos por partes: la trama, aceptable; la escritura y la técnica literaria, mediocre; la documentación sobre la época, pésima. En los años 60 no existía la "semana inglesa": los sábados por la mañana, se trabajaba y había clase en los colegios. Las lavadoras que tenían las familias que podían permitirse una, no centrifugaban, ni siquiera eran automáticas (supongo que alguna habría pero contadas con los dedos de una mano) Ningún niño de la época leía "El señor de los anillos" en una clase particular de literatura porque no llegó a España hasta 1977. Queden esas "perlas" como muestra: seguramente hay más. Probablemente, en 1968, los autores no eran ni siquiera un proyecto en las mentes de sus padres pero no les habría costado demasiado esfuerzo investigar un poco en las hemerotecas y bibliotecas para buscar información que les ahorrase tan tremendos patinazos.
Bego
26/8/2025
Entretenido
Jose
28/4/2025
Ameno final
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