Harpagón es el hombre más rico y temido del barrio. Vive obsesionado por no gastar ni una moneda. Cada gesto, cada emoción, cada relación queda sometida al cálculo y al ahorro. Cuando decide casar a su hija y a su hijo sin importar sus sentimientos —y además cortejar él mismo a una joven de la que está enamorado su propio hijo— la familia estalla en una comedia de enredos tan cruel y cómica como hilarante.
Molière convierte la avaricia en un espejo que nos hace reír… porque nos reconocemos. Una sátira eterna sobre el poder del dinero, el miedo a perderlo y la fragilidad de las pasiones humanas.
























