Cuando sus padres mueren en un misterioso incidente en el metro de Nueva York, a Estela no le queda más remedio que viajar hasta España y vivir con su tía, dueña de un antiguo castillo.
Los habitantes del pueblo parecen saber más de lo que dicen, las paredes del castillo guardan secretos y por si fuera poco, un chico que solo ella puede ver y que la atormenta por las noches, parece ser la clave para resolver todos los misterios...
Una maldición ha caído sobre ambos y, a veces, hasta el mayor sacrificio no es suficiente para sanar lo que el pasado ha corrompido.