Los tempranos años setenta en Chile fueron una época efervescente de entusiasmo y compromiso, sobre todo para miles de jóvenes militantes de izquierda que veían en el gobierno de Salvador Allende la posibilidad de una verdadera transformación política y social. Un nuevo mundo era posible y había que estar ahí para ayudar a construirlo.
Ese es el contexto en el que Adolfo, Rodrigo, y Alexis, tres jóvenes universitarios comunistas, se ven enfrentados a una decisión que cambiaría sus vidas para siempre: ¿realmente estaban dispuestos a todo por su ideal político? ¿Abandonarían sus carreras universitarias y su militancia pública para infiltrarse en la Policía de Investigaciones y estar ahí disponibles para cuando se necesitara a hombres de confianza en ese espacio de poder?
A esas alturas, nadie se imaginaba que pocos años después, el sueño de ese mundo mejor se vería truncado por una dictadura feroz que impondría el terror en el país por diecisiete años. Así, la misión tomaría un rumbo totalmente distinto y las tareas que estos tres detectives coordinados por el también comunista Álvaro Palacios debían cumplir servirían básicamente para ayudar a sus compañeros a escapar de la garra implacable de la dictadura, falsificando documentos, entregando u ocultando información, organizando el ingreso o salida de dirigentes del país.
Es también la crónica de una época y de una institución precaria y corrupta. Un nuevo ejercicio de memoria que Rebolledo aborda con impecable rigor histórico y periodístico, pero también con empatía y dejando entrever el componente humano que hay detrás de todo proceso histórico.