EL VIAJE INTERIOR, EL AUTODESCUBRIMIENTO, PUEDE SER LA EXPERIENCIA MÁS ENRIQUECEDORA O LA MÁS ATERRADORA.
Claudio entra en La casa de los enanos para sumergirse, al lado de otras personas, en un mundo de reglas estrictas en el que cada uno vive una odisea al interior de su mente. Es así como él encuentra esa parte asombrosamente desconocida y siniestra que lleva dentro.
La enorme casa sirve como una especie de monasterio para los iniciados en el arte de desprenderse del mundo exterior. Es un lugar donde se rasgan y despedazan las almas de sus habitantes, en un intento por comprender aquello que los aniquila y persigue.
El diván del diablo es una metáfora de los infiernos que habitan al ser humano, es también una invitación a conocerse a entrañas abiertas y dejar fluir la oscuridad que burbujea en nuestras almas.