«Fernando Camacho es una persona con dimensiones de granpersonaje. Su versatilidad en campos diferentes es apasionante. Es unintelectual de primer nivel en el ámbito de las Sagradas Escrituras y de lateología bíblica, véanse sus documentadas publicaciones; es un inmensohistoriador, he aprendido con él más que en la Universidad Gregoriana y sepanque no exagero; es orgulloso con los poderosos y más que humilde con lossencillos; ha renunciado a una carrera eclesiástica e intelectual por estar,siguiendo al Jefe que compartimos al servicio de los pobres; es generoso comonadie, sé lo que digo; es una autoridad nacional e internacional en el estudiode las Bienaventuranzas, que en su caso no han sidoun simple ejercicio intelectual, sino una experiencia vivida desde el dolor, elamor, y como no, la esperanza (?) La vida, como comprobarán a lo largo deesta entrevista-río, no ha sido precisamente plácida para un ser humanoempeñado en que no perdamos la las ilusiones, los sueños, como parte del?compromiso?. Los problemas, no tanto personales como de su entorno, han sidouna constante que gracias a su elegancia exterior e interior y a su bondad hanpodido superarse. Fernando es un maestro en soportar el dolor humano, el propioy el ajeno. Es esta una cualidad o si quieren una condición que le eleva porencima de la mediocridad y hace de él un ser a imitar (?) La gran pasión deFernando Camacho se llama Jesús de Nazaret. A él ha dedicado más horas que anadie. Luchando por especializarse en el conocimiento del lenguaje bíblicopara que las voces transmisoras fueran capaces de dejarle ver y comprender alauténtico. Al Jesús que es capaz de romper cualquier norma, aunque seareligiosa, si ésta supone olvidar la dignidad de un ser humano. Aquel Jesús quesabe por experiencia que la verdad del Padre está en los humildes, en lossencillos. Al Jesús místico que encuentra en la naturaleza la presencia delDios amado: ?mirad los lirios del campo??.Al Jesús despojado de todo menos de su inmensa humanidad que constituye elcentro de su divinidad: ?quién esté librede pecado que tire la primera piedra?. A ese Jesús que nos ha dado vida, alegría y conocimientos sobre laauténtica forma de ser hombres o mujeres. Fernando lo ha conocido intelectualmente,espiritualmente, y además nos lo ha mostrado a quienes hemos querido oírlo. Lapalabra de Jesús, vía Fernando, nos ha hecho más libres, más persona.»José Chamizo de la Rubia