Son micro-ensayos. Cuadros delicados. Instantáneas literarias. Son reflexiones que parten del hombre, pasan por el tamiz de la literatura y retornan al hombre. Son breves actos de fe en la palabra escrita. Y en el fondo de todos y ada uno de estos textos de Juan José Hoyos, la lectura como única arma posible de salvación. Sin quizás pretenderlo, este conjunto de ensayos se convierte en una hoja de ruta, en una refinada guía literaria. De Cervantes a Hrabal, pasando por Salinger o Arango, va dejándole al lector las huellas de un emocionante itinerario por la mejor literatura.
Juan José Hoyos no escribe para expertos. Quiere, sencillamente, invitar a otros a leer. Compartir su asombro, su regocijo, sus lecturas. Y el método es la seducción de la historia misma que ha leído. Cada ensayo no hace más que dibujar con palabras un homenaje tras otro a los escritores que ha elegido. Tanto a aquellos que ha leído como a aquellos que el azar de la vida le permitió conocer. Sus amigos. Cada texto es un pequeño altar para hombres vivos, una dulce negación de la muerte.
Marianne Ponsford