Este testimonio, aparecido por primera vez en 1991, cuenta la historia de Alexander Gallego, un muchacho de 16 años del barrio Manrique, de Medellín, una comuna popular que como muchas, fue el epicentro de la guerra urbana librara por y en contra del narcotráfico en los años 80. Como Gallego, miles de pelaítos fueron reclutados por la mafia para convertirlos en gatilleros y asesinos motorizados que ejecutaban crímenes horrendos en contra de periodistas, políticos o enemigos de los clanes. Esta historia pone el foco en una víctima que por necesidad y en su minoría de edad se convirtió en un pistolero sin remedio. La historia de su amistad con su hermano, su vida cotidiana, su adicción conmueven a quien quiera conocer de primera mano la terrible realidad que ha padecido la sociedad colombiana como consecuencia de la guerra contra las drogas.