Esta primera traducción al español de El Sofista de Platón tiene como justificación principal la reconocida importancia del libro y de su autor, profesor Stanley Rosen, en el enriquecimiento de la interpretación de la obra del filósofo griego.
Stanley Rosen, uno de cuyos proyectos se orientó hacia la recuperación y revisión de Platón, considera el diálogo platónico como una unidad dramática, y, en consecuencia, afirma, se requiere desentrañar el entramado de las acciones, los espacios, los personajes y el lenguaje que en él se presenta para comprender a cabalidad las cuestiones filosóficas que expone.
Según Rosen, la filosofía, como se la retrata en el Sofista, no es una doctrina, sino un problema. La faceta dramática del problema reside en cómo distinguir entre el filósofo y el sofista, lo cual involucra asuntos del ser y del no ser, de la verdad y la falsedad, del original y la imagen. De este modo, lo escurridizo de la transparencia, y la relación entre la teoría y la práctica, serían los temas principales del Sofista. Con el corolario de que método de interpretación y hallazgos forman un todo indivisible y esencial, como se comprueba en la factura misma del presente trabajo.