Si la reflexión acerca de la coexistencia de identidades nacionales en un territorio geográfico y discursivo, la descentralización del poder global, sus reproducciones y vestigios, y, sobre todo, la pregunta por lo hereditario —que comprende determinismos biológicos y culturales— como obstáculo para la organización de sociedades en estados de derecho, son puntos neurálgicos del pensamiento humanístico contemporáneo, El Sombrero del Sur (2011) es una novela de carácter evidentemente actual. De Cavalli-Sforza a Thomas Piketty por nombrar solo dos casos notables, en principio ajenos a los estudios literarios— los interrogantes sobre la manera como los seres se ven forzados a lidiar con aquello que más íntimamente los constituye a partir de un pasado colectivo, revitalizan el pensamiento contemporáneo sobre la autonomía humana, el mérito individual y la organización social. Estos asuntos forman parte del sustrato ideológico discutido por El Sombrero del Sur , sin que por ello la novela resulte una cartilla escolar hecha a la medida de los estudios culturales o se deje reducir a una posición política exclusiva.