Taylor Maguire sabía que había cometido un gran error ayudando a Angie Cordell a escapar de Brisbane. ¿Cuánto tiempo podría soportar una sofisticada maestra en una remota y solitaria explotación ganadera? Cada una de las hormonas de Taylor se revolucionaba en su presencia, pero no podía arriesgarse a involucrarse en lo que sólo podía ser una corta aventura. Su hijo ya había sufrido demasiado por culpa de una mujer de la ciudad y, al igual que a él, le costaba confiar en los demás.
Angie podía decir cuanto quisiera que quería quedarse para siempre allí: lo que tenía que hacer era demostrarlo.