«La inmortalidad no es un derecho, es un privilegio».
Solo soy una chica… pero resulta que también soy Hércules.
Estoy luchando por sobrevivir en un mundo habitado por titanes y controlado por espartanos, los seres inmortales que han guiado a la humanidad por siglos. Tras haber quedado huérfana, me he concentrado en ocultar mis cicatrices y enfocarme en mis clases. Cuando, de pronto, algo ocurre…
De forma inesperada, se descubre que soy parte de la élite. Soy una de ellos. Una espartana.
Entonces me obligan a asistir a la Academia de Guerra Espartana, donde debo enfrentarme a las pruebas que demostrarán que soy digna de ser inmortal. Nada imposible de lograr para alguien como yo, pero antes tengo que superar dos grandes problemas: mis aterradores mentores son Aquiles y Patroclo, y mis profesores son Caronte, el guía del inframundo, y Augusto,
el hijo del dios de la guerra. Por si fuera poco, creo que estoy perdiendo la cordura.
Mis enemigos me tienen rodeada. Su odio, su obsesión por mí y su oscura necesidad de controlarme están asfixiándome. Lástima por ellos, pues no tienen idea de con quién se están metiendo.