Este volumen sigue el tránsito desde la subida al trono de Jaime II “el Justo” tras la muerte de Alfonso III hasta el gobierno de Pedro IV “el Ceremonioso”, con el eje en la paz con Castilla, los arreglos con Francia y el Papado, y la redefinición del dominio sobre Sicilia y Cerdeña mediante los pactos de Anagni y las Cortes de Barcelona de 1295. Narra las campañas y diplomacias que cierran el ciclo de las Vísperas Sicilianas, la renuncia de Jaime II a Sicilia a cambio de Córcega y Cerdeña, y la resistencia siciliana liderada por Federico, con episodios navales de Roger de Lauria y negociaciones al más alto nivel con Bonifacio VIII y Carlos de Anjou. A partir de Pedro IV, describe la proyección mediterránea, las guerras intermitentes por Cerdeña, la política de alianzas con Granada, Portugal y Egipto, y el constitucionalismo pactista catalán en Cortes de Barcelona, Tarragona, Montblanch y Tortosa, incluidas tensiones entre magnates y caballeros que originan el Brazo militar. Se destacan conflictos internos, bandos urbanos y reformas fiscales, el peso de Barcelona y su Consejo de Ciento, y episodios definitorios como la cuestión de Mallorca, las pretensiones sobre Sicilia, y la figura de líderes como Bernardo de Cabrera y Guillem Ramon de Moncada en operaciones audaces que aseguran la sucesión siciliana. Culmina con Alfonso V, sus primeras Cortes, el fin del cisma de Occidente en la Corona, y el retorno del protagonismo en Italia que preludia la empresa napolitana.