Hoy quiero confesar… que nunca he pecado de pesimista, siempre he mirado al futuro con hambre de éxito y sin miedo a crecer, eliminé las barreras para que la única limitación en mi vida fuera yo mismo, ¿qué ocurrió? Que lo único que podía cambiar lo hizo, convertí mi sonrisa pícara y tierna en un semblante serio, sustituí la amistad por una intimidad reservada, el corazón que antes compartía ahora era solamente mío. Siempre creí que la sangre azul de aquellos que compartieran mi lecho, conseguiría transportarme a un mundo de cuento, que la sonrisa se convertiría en la eterna compañera de mi vida cuando fuera capaz de decir en público y a viva voz... que mi marido era el mismísimo Rey. Te invito a descubrir qué fue lo que me sucedió.
Amores Criminales Una Muerte Sospechosa
Manuele Migoni
bookLos Caimanes
Inés Arteta
bookMorirse es de mal gusto
Francesc Marí
bookEl champán, frío y la venganza, caliente
Eduardo Ladrón de Guevara
bookCómo sobreviví a la madre de Pavlito
María Frisa
bookTodas están locas
Eley Grey
bookCosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 años
Llucia Ramis
bookDg-viajes
Stefan Zweig
bookAmor en vena
Hermenegildo García
bookEl Lento Ascenso De Clara Daniels
Christy English
bookUn tango llamado Ramón Franco
José Guadalajara
bookSecretos de una adopción
María Victoria Peset
book