Randy Chung Gonzales fue iniciado por entidades descarnadas. Durante tres años le entregaron poderes de sanación. Él no era más que un mestizo laico y materialista, pero fue totalmente transformado en su iniciación. Fue Frédérique Apffel-Marglin quien forzó a Randy a ir a la ceremonia de ayahuasca donde acabaría siendo iniciado en contra su voluntad. Esta iniciación chamánica cambió la vida de ambos. El libro junta la voz de Randy, quien cuenta su experiencia en primera persona y con sus propias ilustraciones; y la voz de Frédérique, quien fue transformada de una antropóloga académica en algo diferente.
Ambas experiencias sirven asimismo para un profundo análisis cultural de la modernidad occidental, donde la erradicación del chamanismo juega un papel clave. Con el actual renacimiento del estudio científico de los psicodélicos, Iniciación chamánica argumenta con rotundidad que las plantas sagradas del chamanismo son las únicas que pueden curar las epidemias mentales y sociales del norte global.