Arrastrada por la necesidad de romper con todo, Déborah abandona la capital del Ebro para instalarse junto al mar, en un pequeño pueblo del norte. Solo ambiciona un verano tranquilo, sin tensiones ni sobresaltos. Pero el inquietante dibujo de uno de los niños a los que imparte clases y, poco después, unas supuestas apariciones en la casona donde trabaja le muestran el extremo de un hilo que no podrá evitar seguir hasta acabar enredada en una tela de araña de intrigas y secretos.
Un discreto forastero recién llegado a la zona, el farmacéutico de la plaza y una profesora de historia medieval relacionada con la familia la acompañarán por un sinuoso camino hacia el otro lado del espejo.
¿Qué ocurrió durante aquella última llamada? ¿Quién es la misteriosa mujer de la cala? ¿Cómo sabía la señora de la tienda de Rosa lo de su agresión? Los protagonistas llegarán hasta una realidad con origen cuarenta años atrás. Una historia donde nada es lo que parece. Una verdad que despierta en Déborah nuevas dudas: ¿cómo encaja ella en ese juego? ¿Es un peón bien colocado… o quizás la dama a sacrificar para dar jaque mate?
Misterio, intriga y algunas notas de humor envuelven hasta la última página de esta novela que, con una nutrida y comprometida temática, hurga en el alma humana, invita a la reflexión y remueve algo por dentro.