No cabe duda de que vivimos en un mundo regido por los fenómenos económicos: el paro, la inflación, la política fiscal, el precio del dinero, los mercados, los tipos de interés, la política monetaria, el papel del Estado, la distribución mundial de la renta o la naturaleza de las leyes del mercado. Esos fenómenos afectan y condicionan nuestras vidas todos los días del año. Y, sin embargo, no conocemos bien los mecanismos de la economía, que nos parecen cosa de sesudos especialistas.
Pero ¿por qué nos asusta la ciencia económica? ¡Si es muy fácil! Se trata de aplicar el sentido común y huir de los tópicos. Muchos de los términos de la economía, en apariencia técnicos, que manejan economistas y políticos, no se dirigen tanto a nuestro entendimiento como a nuestras emociones, para despertar en nosotros sentimientos de aprobación o rechazo: no son razonamientos, sino pura propaganda. Aprendamos a distinguirlos.
Desde su particular visión y en un lenguaje gratísimo por su sencillez, Alfredo Pastor consigue con este libro que, casi sin darnos cuenta, dominemos para siempre los principios básicos de una materia que todos construimos sin cesar: esa ciencia (en realidad «humilde») que está—o debería estar—al servicio del ciudadano, y no al revés.