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La dama del olivar

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En La dama del olivar, de Tirso de Molina, las alusiones a la Orden de la Merced en la obra se vinculan a su misión redentora y a su devoción a la Virgen María como intercesora y protectora de los cautivos secuestrados durante las cruzadas o los altercados navales en el Mediterráneo.

La construcción del monasterio en el olivar, solicitada por la Virgen en la obra, refleja el compromiso de la orden de establecer lugares sagrados y centros de culto para honrar a la Virgen y fortalecer la fe de los fieles.

En el primer acto de La dama del olivar, se menciona la fiesta en honor a la Virgen organizada por Maroto, el pastor devoto. Esta fiesta está relacionada con la fundación de la Orden de la Merced, ya que la Virgen María es considerada la redentora de los cautivos. A través de la alabanza y la devoción de los pastores hacia la Virgen, se establece una conexión entre la devoción mariana y la labor redentora de la orden.

Además, durante la primera aparición de la Virgen María en el olivar, se mencionan los votos y fundamentos de los mercedarios. La Virgen explica que aquellos que sean miembros de la orden deben mortificar sus gustos y someterse a la voluntad ajena. Esta referencia muestra cómo la devoción y la obediencia de Maroto, el devoto pastor, se alinean con los valores y la disciplina de la Orden de la Merced.

Asimismo, la aparición de la Virgen en el olivar y sus peticiones a Maroto y don Gastón están relacionadas con la construcción de un monasterio. La Virgen les pide que levanten un templo en el olivar, lo cual está vinculado a la edificación de monasterios por parte de la Orden de la Merced. Esta referencia destaca la importancia de la devoción mariana y la construcción de lugares sagrados en el contexto de la orden religiosa.

La misión principal de la Orden de la Merced, también conocida como Orden de Nuestra Señora de la Merced, era la redención y liberación de los cristianos cautivos en manos de los musulmanes durante la Edad Media. Fue fundada en el siglo XIII en Barcelona, España, por San Pedro Nolasco y otros religiosos con el propósito de rescatar a aquellos que habían sido capturados y estaban sufriendo esclavitud o prisión.

Los mercedarios se comprometieron a realizar misiones de rescate, recolectar fondos para el rescate de cautivos y establecer acuerdos con los gobernantes musulmanes para liberar a los prisioneros. Su labor se centraba en llevar a cabo acciones heroicas y arriesgadas para rescatar a los cristianos que se encontraban en peligro y sufrían persecución.