Edición de Juan Montero.
Todas las literaturas han conocido el sueño de un mundo ideal, de pasiones y valores absolutos. El Renacimiento lo concibió con disfraces de pastor; en España, bajo los rasgos de La Diana, que gozó de un enorme éxito editorial desde su publicación (1558-1559).
Con una trama geométrica, perfecta, y con una sapientísima mezcla de naturalidad y artificio, la obra maestra de Jorge de Montemayor ofrece a un tiempo una absorbente novela psicológica y una enciclopedia de la erótica renacentista.
Gracias a Juan Montero, la novela ha sido objeto de una auténtica edición crítica, fundada en los tres diferentes estados de la princeps, la impresión milanesa en que intervino el autor y el resto de la tradición textual, incluidas las versiones manuscritas de los numerosos poemas insertos en el relato, que constituyen una antología lírica de la época. El estudio y las notas del editor no dejan resquicio del libro por considerar.