La bella y joven Deborah y su hermano gemelo Jerry se horrorizan cuando reciben una carta dirigida a su tío y guardián, su muy querido reverendo Teófilo Stanton, de la despiadada Duquesa de Grimstone. La carta anuncia fríamente que "habiendo él cumplido los sesenta y cinco años, abandonará la vicaría dentro de un mes a partir de la fecha de la carta". Jerry ya no podría ir a la Universidad en Oxford, pues serían los honorarios de su tío, que pagarían los estudios… entonces Deborah decide ir a visitar la Duquesa y ponerse a su merced, a cambio de hacer cualquier cosa que ella quisiera, para que su tío no perdiera su puesto en la vicaría. Pero la pobre y inocente Deborah, no sospecha las cosas terribles que la malvada Duquesa de Grimstone le podrá exigir como parte del trato. Cuando Mervyn de Thame conoce a Deborah en casa de la Duquesa de Grimstone, piensa que esta será también una cómplice de sus maquiavélicos juegos, y no podía sospechar que la muchacha no era más que otra víctima en manos de aquella maquiavélica mujer, pues creyó que Deborah sería una redomada hipócrita en su papel de jovencita inocente, hasta que comprendió la verdad cuando los hechos se complicaron…
¿Será que el Marqués intervendrá para salvar Deborah de la humillación y el deshonor que la Duquesa le estaba causando?