Alicia dobló rápidamente la carta, y sus padres sintieron que la perderían por segunda vez.
En un rincón del mundo donde la lluvia fina aún se percibe, Alicia se enteró de la muerte de su amigo Peter Valverde, un español que pasó sus últimos días en una enigmática isla de Chile. Allí, junto a otros turistas, forjaron una hermosa amistad.
El último deseo de Peter fue que Alicia viajara a España. Ella, sin duda, no tendrá otra opción y pisará tierras desconocidas. Más aún, dejará una huella que no podrá borrar.