En el año 65 Tania ingresó en el reformatorio debido a una mala decisión de su madre condicionada por los vecinos. Allí es cuando empezó su infierno particular como consecuencia de la represión política y social que se vivía en aquellos años. Sus múltiples fugas de los diversos reformatorios la obligaron a acabar en la calle ejerciendo la prostitución siendo aún una menor; donde fue maltratada, encarcelada y violada. Esta novela refleja todas sus crudas vivencias meramente debidas a su condición sexual vivida en la época franquista.