Cuando un antiguo reloj empieza a dar las campanadas se les aparece un anciano de ojos hundidos, al que los jóvenes al ver su aspecto con la cabeza ladeada y profundas ojeras, entre risas, no saben reconocer como lo que es: el fantasma de los ojos ardientes y hundidos, del que fue un hombre ahorcado.
1.0
Margarita
25/9/2023
Muy mala traducción , con palabras incompletas