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En Roma, el César Octavio Augusto, viejo y enfermo, ha renunciado a ensanchar el Imperio. Sin embargo, su Pax Romana no contempla ceder ni una pequeña parte de sus dominios.

Las noticias que llegan de Judea son inquietantes: se dice que el Mesías, largamente esperado por los hebreos, ha visto por fin la luz. Será el libertador de esa tierra, un nuevo Moisés. Este hecho podría suponer un estímulo para la unión de las doce tribus de Israel y una rebelión total contra Roma.

El César recibe entonces la propuesta de conjurar tal amenaza mediante una estratagema insólita, que excluye la represión violenta.

La génesis del cristianismo y la propia figura de Cristo siguen siendo un enigma. La Octava Colina de Roma propone una explicación completamente nueva, plausible y revolucionaria del momento en que el mundo cambió para siempre.