Piénsalo dos veces antes de pedir ayuda.
En 1979, la aparición del cadáver de Anne Sullivan, horriblemente mutilado en el idílico bosque de abedules que rodea el lago Pike, no es más que el primer indicio de que un asesino en serie anda suelto por la zona. ¿Quién mató a Anne Sullivan y a las otras muchachas? Dos policías de caracteres opuestos se verán absorbidos por la investigación hasta tal extremo que no podrán establecer un límite entre sus vidas públicas y privadas.
Cuarenta años más tarde, la psicóloga del departamento de policía, Katherine Nowak, empieza a dudar de su identidad tras unas palabras pronunciadas por su tía en su lecho de muerte. ¿Quién es ella realmente? ¿Murieron sus padres en un accidente de tráfico o su tía le ha estado mintiendo durante más de treinta años?
¿Y qué relación existe entre los asesinatos de 1979 y las dudas de la psicóloga?
Eso es algo que solo sabe el escritor que en 1989 visita una prisión de máxima seguridad para que un asesino lo ayude a afinar la trama de su novela hasta su última página: la 428.
La página 428 es un thriller psicológico que por medio de tres líneas temporales va conduciendo al lector, con suspense bien medido, hacia un final imprevisible.