El hecho de que la publicidad esté en el banquillo de los acusados, el hecho de que una gran mayoría de los habitantes de las sociedades más desarrolladas del planeta se declaren hartos de publicidad, no impide el sentimiento fascinación que la publicidad sigue provocando entre esos mismos individuos. Como igualmente plantean los autores del presente libro, la publicidad ha dejado de ser un mero instrumento comercial al servicio de los intereses de unos concretos anunciantes para constituirse en un mecanismo de gestión social que preside los imaginarios que todos, sin ser necesariamente conscientes de ello, compartimos.
El presente libro navega por estas aguas turbulentas. Sus autores, profesores de publicidad y entregados por consiguiente al estudio de una materia conflictiva y socialmente vilipendiada, tratan de satisfacer la naturaleza universitaria de su dedicación construyendo una visión de la publicidad que no se limite a justificar la práctica comercial publicitaria ni tampoco dé plenamente la razón a los críticos radicales que tienden a considerar la publicidad como el exponente de todos los males que afectan a nuestras sociedades. Postura por lo demás difícil y que obliga a moverse en cierta medida entre dos aguas, pero la única capaz de justificar la naturaleza universitaria de la enseñanza que constituye el objeto de su dedicación.