Hay dos cosas que deberías recordar sobre los buenos viejos tiempos, Ned: no eran tan buenos y tampoco tan viejos.
Sídney, 1992.
Nhu Ned Kelly es una joven agente, de madre vietnamita, que intenta abrirse camino en lo que era, hasta poco antes, uno de los Cuerpos de Policía más corruptos de Australia. Pero tiene un problema: no todos sus compañeros le han dado precisamente la bienvenida en un trabajo en el que la vieja escuela todavía dicta las reglas.
A Ned le asignan el caso de dos cuerpos aparecidos en los cimientos de un viejo edificio. A medida que va destapando la verdad, se ve arrastrada al oscuro y sucio pasado de su ciudad -antiguas rencillas, viejos secretos e injusticias ancestrales- y a la turbia historia de su propia familia.
Pamela Newton, que trabajó durante trece años en el Cuerpo de Policía de Nueva Gales del Sur y que gracias a ello aporta una autenticidad sin parangón a su retrato de la vida policial, aborda muchos de los temas conflictivos del pasado reciente de su país: el maltrato a los aborígenes, las mafias chinas, la guerra de Vietnam, la corrupción policial, la inmigración y su integración en la sociedad australiana… El resultado es una absorbente novela negra y, a la vez, un magnífico fresco del Sídney de hace unas décadas.