María Magdalena y otras mujeres han tenido un rol primordial en el acompañamiento de Jesús durante su vida pública para establecer el reino de Dios en la tierra. De familia noble y rica, decidió acompañar a Jesús, con una notable cercanía que ha sido ocultada y manchada como prostituta desde la época de Gregorio Magno.
En estos últimos tiempo se ha revalorado su papel junto a Cristo, dándole el título de Isoapostole en la Iglesia Ortodoxa y Apóstol de los Apóstoles en la Iglesia Católica Romana.
En la Última Cena se celebra la Institución de la Eucaristía y del Sacramento del Orden Sagrado del Sacerdocio.
María Magdalena se encontraba participando junto a Jesús en la Última Cena, debiendo ser incluida también en el mandato de Jesús , "…haced esto en memoria Mía", es decir, poder participar activamente en la consagración del pan y del vino, base fundamental para ejercer el sacerdocio.