En un mundo cuántico, acariciar un gato supone simplemente estrangularlo. Sabiendo que el gato tiene solo dos estados excluyentes, vivo o muerto, y la medida fuerte en la teoría cuántica implica un cambio de estado, la única forma de acariciarlo (porque se supone que está vivo) es matándolo. Pero lo contrario también podría ocurrir: si acariciáramos a un gato muerto, lo resucitaríamos. Si al estudio del comportamiento del hombre y de los animales se denomina etología, aquí hablaremos de etología cuántica. Por otra parte, como sabemos, en cualquier sistema objeto de estudio, el medio que le rodea es fundamental para entender sus características. De la genética, tomaremos prestado el término epigenética, que hace referencia a las transformaciones que se producen en los organismos vivos, debido a las interacciones entre genes y ambiente. Del mismo modo hablaremos de epigenética cuántica cuando el sistema cuántico esté rodeado por un medio o un aparato de medida que influya sobre él. En definitiva, este libro pretende ser una aproximación sencilla a la mecánica cuántica y, por extensión, a las propiedades de la materia en la escala microscópica.