El enemies to lovers que estabas esperando.
«Zack Coleman me cae fatal. Es guapo, es rico y está demasiado bueno. Para colmo, sus encantadores modales sureños lo hacen más irritante todavía. ¡¿Y quién tiene una dentadura tan impecable, por favor?! Me dan ganas de romperle un par de dientes solo para que deje de ser tan perfecto».
«No soporto a Sarah Morrigan. Es una pedante que cree que siempre lleva la razón solo porque se pasa la vida entre libros. Cada vez que tropezamos (siempre por su culpa), se planta ante mí, con sus tirabuzones adornados con clips infantiles, sus gafas de colores y su ropa anticuada… y se desata el caos».
Esta historia podría contener el típico cliché «chica impopular vs chico guapo», que, además, coinciden en un pequeño pueblo de Colorado, unidos sin remedio por la relación del hermano de él con la amiga de ella, a los que ambos adoran y a los que traen de cabeza por sus continuas discusiones.
Pero puedes acabar llevándote una sorpresa. La misma que nuestros protagonistas cuando se quedan encerrados durante una tormenta. Porque, quizá, ninguno de ellos sea como el otro piensa.