Monólogo compartido con la locura le permite a Guy Briole abordar la locura desde una perspectiva única que trasciende los límites convencionales, no limitándose a una visión clínica o sociológica, sino que explora las múltiples facetas y expresiones de la locura en diversos contextos. Su lectura es la de un psicoanalista orientado por la enseñanza de Lacan.
Así, delimita claramente que su esencia trasciende la mera categorización de la enfermedad mental, y a pesar de los avances científicos y el pensamiento racional predominante en las culturas occidentales, plantea que la locura conserva un ámbito que se resiste a ser completamente asimilado por estos, persistencia de un elemento inasible, una libertad inherente que no se somete a las normativas sociales ni científicas, manifestándose en un discurso no regulado por otros. Pero además, más allá de una simple clasificación médica, la locura revela aspectos únicos de la persona, marcando una diferencia en su manera de pensar, actuar y razonar. Desde la más sutil hasta la más intensa, cada variante escapa al pleno alcance de la psiquiatría, que puede atenuar sus síntomas más evidentes pero no tocar su núcleo. Permite a cada individuo una forma particular de interactuar con el mundo, utilizando el lenguaje de maneras que abarcan lo cotidiano y lo poético, lo literario y lo lírico. Así, la locura se sustrae al dominio de la medicina y la psiquiatría, cuya autoridad es delegada por la sociedad para etiquetar a los "locos", pero sin poder aprehender completamente su verdadera naturaleza.
En cada sección de este Monólogo compartido con la locura, Guy Briole ofrece una nueva perspectiva, a través de relatos de casos de su práctica y reflexiones que ilustran la diversidad y singularidad de cada uno de ellos, desafiando las ideas preconcebidas y abriendo caminos a una comprensión más profunda y matizada de lo que denominamos, genéricamente, "locura".