Lo que se llama "periodismo ambiental" es solo una expresión más de la repentina abundancia de periodismos con apellido: periodismo
económico, político, científico, de guerra, cultural, de género, para la paz, incluyente, internacional, etcétera. En realidad todos son iguales —o deberían serlo— en su esencia y en sus métodos de trabajo, todos son parte de una única familia criada con los mismos códigos y los mismos valores de verdad, verificación y relevancia. Los apellidos existen por razones prácticas —y bastante prosaicas a veces—, entre ellas, alimentar las secciones de los periódicos, que son a la vez una manera un tanto artificial de ordenar y clasificar la realidad. El periodismo con apellidos le sirve sobre todo a los jefes de redacción o a los editores para organizar las salas de redactores y a los gerentes de publicidad para saber a quién y cómo vender un anuncio