“La calidad de una persona se puede medir por lo que ha sabido transmitir a la sociedad en general; en el caso de un científico son destacables sus aportaciones al conocimiento y es muy importante lo que ha transmitido a sus discípulos y colegas. Tampoco hay que descartar, claro que no, el legado a sus hijos y familiares. El legado de Osvaldo en este sentido es amplio y diverso. Amado, deseado y reclamado por sus más allegados. Admirado por unos y envidiado por otros de entre los que se relacionaron más directamente con él. Agradecidos y resentidos entre los que lo trataron profesionalmente; algunos le temían, otros lo defienden. Mientras unos se consideraron traicionados por su actuación, otros le reconocen incluso más de lo que le deben. Para nadie resultó indiferente.” Así es como Montserrat Ponsà describe la vida del biólogo evolucionista Osvaldo Reig.