No hay que subestimar la pequeña provincia de Utrecht. La ciudad homónima, con sus estudiantes, canales arbolados y barrio medieval, merece su fama. Contiene muchos bares y cafeterías divertidos y, para las personas tranquilas, más de una docena de museos grandes y pequeños. También se puede pasear por callejuelas llenas de recuerdos del s. xvii.Fuera de la ciudad, se pueden visitar, en bicicleta, casti-llos tan evocadores como el Kasteel de Haar, en las afueras de Utrecht. Al este se extiende el parque más grande del Randstad, el Utrechtse Heuvelrug, salpicado de propieda-des magníficas. Amersfoort, localidad natal del pintor Piet Mondrian, es una ciudad importante por derecho propio y su centro emana carácter medieval.
• Divisar Ámsterdam desde Domtoren, la torre de la catedral 'perdida' de Utrecht, cuyos cimientos también se pueden visitar.
• Visitar Kasteel de Haar, un castillo neogótico con foso que combina el ambiente medieval con un interior tecnológicamente avanzado (para el s. XIX).
• Entrar en la mente del pintor Piet Mondrian y pasear por los canales y las calles del centro de Amersfoort.
Incluye: Utrecht (ciudad) y Amersfoort.