El padre Adrián hace mucho tiempo que consideró su culpa redimida. Sus malos hábitos, sus adicciones y sus para nada aconsejables compañías lo llevaron al abismo. Por suerte, justo antes de caer, encontró en la religión su lugar seguro. Y su tapadera perfecta. Año tras año, todo ha funcionado, todo ha estado en calma. Hasta que una joven novicia aparece con una cara angelical y una boca de pecado para estropear su estabilidad.
Catrina necesita ingresar en ese convento y destapar lo que sea que ocurre allí dentro, pues de ello depende su supervivencia. Aunque su misión implique a un hombre prohibido y posiblemente peligroso ahora que está en el momento más duro de su vida: en plena desintoxicación de su mala relación con el sexo, las sustancias y la noche. ¿Lo único bueno? Que perdida en un pueblo diminuto de Portugal e interna en un convento, se mantendrá aislada de todo lo que conoce y a kilómetros de su antigua vida. Allí, despojada de sus pertenencias, solo podrá entregarse a Dios.
No sabe que su Dios está más cerca de lo que cree, mide un metro ochenta, tiene los ojos verdes como un peligroso lago, una boca sucia e intenciones oscuras que nublarán la búsqueda de su luz.
Teresa
19/10/2024
Un libro que cuando lo empiezas tienes una idea preconcebida, pero que su desarrollo no tiene nada que ver. Vamos a por el segundo
Tatiana
9/9/2024
Fue mejor de lo que esperaba. La trama en verdad es interesante y atrapa. Pensé que sería solo sexo explícito en el contexto del tabú de la iglesia católica, pero encontré más. Sí, había mucho de eso, también hubo misterio, trama, desarrollo de relaciones entre personajes y desarrollo de personajes. Mejor de lo que esperaba.
Liliana
11/6/2024
Lo siento no me gusto
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