Quienes visitan esta costa solitaria y salvaje quedan embelesados con sus impresionantes dunas, frondosos oasis, remotos pueblos pesqueros, dibujos excavados en la tierra y, en general, espacios naturales abiertos que despiertan la imaginación.
• Descifrar las misteriosas Líneas de Nazca con una memorable excursión aérea.
• Mapas.
• Contemplar la imponente naturaleza salvaje y ver colonias de aves y leones marinos con un crucero por las islas Ballestas.
• Transporte.
• Asistir a la puesta de sol desde lo alto de una enorme duna que domina un oasis de Huacachina.
• Restaurantes y alojamiento.
Incluye: Cerro Azul, Lunahuaná, Chincha, Pisco, Paracas (El Chaco), Ica, Huacachina, Nazca y alrededores, Chala, Mollendo, Moquegua, Ilo, Tacna.