En la victoriosa América de la posguerra, origen de la nueva configuración del mundo occidental, surgió una singular obra que iba a representar la abstracción de los valores universales de la arquitectura moderna. La construcción de la Lever House en el Nueva York de 1950 no sólo iba a propiciar un punto de inflexión en la Historia del rascacielos y de la arquitectura corporativa americana, definiría a su vez un nuevo paradigma a partir del cual se establecerían generalizados modelos para la construcción del futuro. La oportuna confluencia entre los acentos pragmáticos del mundo capitalista americano y las formulaciones positivistas de la arquitectura moderna europea, convenientemente recogidas como manifiesto construído del Estilo Internacional, supusieron resolver de manera definitiva el prolongado dilema americano de cómo debería ser la adecuada representación del edificio corporativo moderno. El estudio se detendrá en el valor de la metáfora, la conversación y la oportunidad de una obra cuya proyección trascendió ampliamente las aspiraciones de sus creadores. Provocando una fuerte idealización que llegaría hasta nuestros días.
Con Prólogo de Antón Capitel.