El Reglamento del dominó del doble nueve constituye su segundo trabajo sobre esta modalidad. Trasmite en su articulado la necesidad de desterrar del dominó las prácticas corruptas que implica el sistema de señales fraudulentas. Aboga por la aplicación de medidas enérgicas contra los personeros del juego sucio y deshonesto, reconociendo la pensada como única información legal y válida en el domino. Considera que las señas son la introducción del dopaje en el dominó.Este reglamento es una propuesta con el fin de que las peculiaridades del dominó de las cincuenta y cinco fichas, sean incluidas en el reglamento único que deberá tener el juego en su futuro.