A pesar de su mala fama, la capital rumana es una ciudad dinámica, animada y divertida donde los vestigios del comunismo conviven con el capitalismo más desenfrenado y las soporíferas fuerzas de la UE se encuentran con las pasiones de los Balcanes. Muchos viajeros pasan solo una o dos noches en la ciudad antes de ir a Transilvania, pero sus buenos museos, parques y modernos cafés bien merecen algunos días más.
• Visitar el palacio del Parlamento, el proyecto más disparatado del antiguo dictador Nicolae Ceaucescu.
• Mapas.
• Fotografiar la estatua del emperador Trajano, la estatua más graciosa de la ciudad.
• Transporte.
• Relajarse en el céntrico pero tranquilo Jardín Cişmigiu.
• Restaurantes y alojamiento.
Incluye: Puntos de interés, Actividades, Circuitos, Fiestas y celebraciones, Dónde dormir, Dónde comer, Dónde beber y vida nocturna, Ocio, De compras, Alrededores de Bucarest y Lago Snagov.