¿Por qué algunas personas permanecen pasivas antes las agresiones mientras otras se rebelan?
A nivel somático nuestro organismo es capaz de desplegar defensas ante la invasión de un cuerpo extraño o para luchar contra una infección. Esta reacción nos protege sobre todo de gérmenes patógenos. Pero ¿cómo nos defendemos a nivel psíquico?
Todos estamos expuestos a agresiones en nuestra vida cotidiana. Cuando mi pareja me habla mal, cuando las exigencias de mi jefe exceden mis límites y me estresan, si me empujan por la calle… ¿cómo reacciono? ¿Protesto o me callo y dejo que me avasallen? ¿De dónde vienen las diferencias tan marcadas en nuestras respuestas?
Christophe Massin analiza en estas páginas el sufrimiento causado por el abuso y explica las diferentes respuestas psicológicas del individuo. El hecho de que algunas personas no estén tan bien equipadas como otras para lidiar contra las agresiones puede tener consecuencias graves: trastornos físicos y mentales, depresión o incluso una espiral de violencia doméstica.
Tomar conciencia de nuestros mecanismos de defensa y de nuestro propio funcionamiento psicológico es un requisito fundamental para un verdadero trabajo de fortalecimiento de la inmunidad psicológica, que nos permitirá poner fin a la impotencia y la culpa y reconciliarnos con nosotros mismos.